Si quieres dejar a tu pareja pero no puedes…

“Estoy harta de tirar de él, se ha convertido en una ameba, ya no siento que haya nada entre nosotros. Sé que tengo que dejarlo pero no puedo. Intento hablar con él, que tengamos una conversación que sea definitiva pero siempre me pone una excusa u otra. Le digo tenemos que hablar pero a veces hay tensión, él se enfada y no puedo seguir. Yo no dependo de él para nada, tengo dónde ir, mi dinero, mi vida fuera de la pareja y, sin embargo, no puedo dejarle. Pienso en qué será de él, que quizás está deprimido, que no tiene a nadie en esta ciudad, que a lo mejor hace una locura. Sinceramente no puedo y eso me da una rabia!!”

Se trataba de una cena de amigos y ella buscaba apoyo y comprensión, compartir con los amigos sus penas. Hasta ese día había sido una mujer discreta y correcta pero ese día se abrió, se “confesó” como ella misma dijo.

La verdad es que todos sus amigos la apoyaron y reconfortaron lo mejor que supieron. Ya sabes… Ánimos, tú puedes, es cuestión de que un buen día te plantes, te puedes ir al piso que fue de tus padres, dile que te vas a tomar un tiempo, es que el tipo es un poco narcisista, te está haciendo daño, no te preocupes por lo que le vaya a pasar, no es ningún niño.

Ella escuchaba y valoraba la ayuda recibida.
Sin embargo, uno de los comentarios más acertados de la noche, a mi parecer, fue el que te voy a comentar a continuación.

Después de explicarte una cosa muy importante del relato de esta persona y que creo que te va a ayudar si estás pasando por algo parecido…
Fíjate que esta mujer es totalmente consciente de que la relación se ha acabado y de que hay que darle fin. A partir de ahí se pone en marcha, va hacia la acción, así que hay que pensar en “cómo” lo va a hacer. Aquí aparece algo que no había tenido en cuenta: una parte de ella no puede. Una parte se pone en marcha y otra se paraliza.
Seguro que te ha pasado un montón de veces en cosas mucho más triviales.

Sí pero no. No pero sí.

Ella se enfada, se enfada consigo misma. Se dice “he de poder”, se contesta “no vas a poder”.
Tensión interna.

Y ojo aquí que no es moco de pavo.
Esta mujer acabó la cena con sus amigos con dolor de cabeza, las cervicales duras como piedras y vomitando la cena en el WC del restaurante.

Para que te des cuenta de cuánto le afectaba todo lo que había compartido.
Y para que te des cuenta de que la lucha interna no es solo mental, su cuerpo la vivía intensamente.

¿Cómo desbloquear esta situación?
¿Cómo puede esta mujer dejar a su pareja?

No podrá conseguirlo hasta que esas dos partes aparentemente opuestas dentro de ella se pacifiquen y lleguen a un acuerdo. Y el primer paso es ser consciente de ello, de que aunque ella, tú, yo, todos seamos una persona, en nuestro interior conviven diferentes identidades, partes de nosotros que no podemos negar sino aceptar.

El segundo paso es escucharnos. Si reconoces que no eres solo una, tienes que escuchar a esa parte de ti que normalmente no escuchas, reconocerla. De eso va el autoconocimiento: aprender a escucharte y aceptarte tal como eres. 

Y no es abstracto, tiene beneficios concretos como, en el caso de esta mujer, soltar la tensión en sus cervicales y estar más clara y en paz con la decisión que tome.

Como te dije al principio, una de las personas que asistió a la cena le dio, para mí, el consejo más sensato de la noche:

“Si no puedes dejar la relación, busca ayuda para trabajar al respecto de eso que te lo está impidiendo. Hay algo que no estás viendo y te está bloqueando, trabájalo.”

Yo te voy a proponer un ejercicio para poner este consejo en práctica desde la visión del crecimiento personal, que tiene un mapa muy claro para resolver este tipo de conflictos internos.


Ejercicio práctico: Un pequeño juego de rol para desbloquear el “no puedo”

Te propongo un ejercicio sencillo, casi como un ensayo teatral, que puede ayudarte a mirar de frente lo que te bloquea y empezar a soltar tensión.

  1. Prepara tres sillas. Una será la posición neutra: tú en tu totalidad. Otra representará la parte de ti que dice “No puedo dejarlo”. Y la tercera representará a tu pareja.
  2. Siéntate primero en la silla neutra, respira hondo y date un momento para centrarte. Luego pasa a la silla de la parte que no puede. Preséntate, por ejemplo: “Soy la parte de ti que no puede dejar la relación. No puedo dejarlo porque pienso que lo voy a dejar solo, que no tiene a nadie, que podría hundirse…” Deja que aparezcan las frases, los miedos, las sensaciones corporales.
  3. Después, cambia a la silla de tu pareja. Ponte en su lugar e imagina cómo respondería: “Soy él. Escucho que me quieres dejar. Me enfado, me siento abandonado…” o lo que te venga. No lo fuerces, simplemente deja que aparezca lo que imaginas que diría o sentiría.
  4. Alterna entre las dos sillas un par de veces, dejando que se expresen esas voces internas: la parte que no puede y la representación de tu pareja. Observa qué emociones emergen: ¿miedo, culpa, tristeza?
  5. Vuelve finalmente a la silla neutra. Respira, pon tu mano en el pecho y pregúntate: ¿Con qué conecto después de este diálogo? ¿De qué me doy cuenta? Permite que aparezca la respuesta. Puede ser miedo, puede ser culpa… o algo distinto.

Recuerda: no se trata de resolverlo todo hoy. Se trata de reconocer lo que está dentro de ti. Eso ya es un primer paso hacia la claridad.


Y si sientes que necesitas ayuda para avanzar tras esta ruptura y redescubrirte, puedes pedirme una entrevista informativa gratuita de 20 minutos por videollamada. Hablaremos de tu caso concreto y podremos valorar trabajar juntos para ayudarte.

Para reservar una entrevista gratuita :


     .O bien:

    Contacta per Whatsap

    Deja un comentario