Darle vueltas en tu cabeza a la ruptura de pareja tiene sentido.

Y también lo tiene que no pares de preguntarte

¿Por qué? ¿Por qué te han dejado? ¿Por qué la relación se ha acabado?

Es lógico que quieras entender lo que ha pasado. Y no pararás hasta que encuentres una explicación que te tranquilice.

Eso es lo que caracteriza a las personas inquietas y curiosas.

Muchas de esas personas me dicen que han dado demasiado, que se han olvidado de sí mismas y que no lo han visto hasta que la relación ha finalizado. Entonces, se sienten tristes, frustradas y confundidas.

Y yo digo: ¡¡Bravo!! ¡¡Qué gran aprendizaje!! Seguro que en su próxima relación de pareja será mucho más equilibrada. Solo hay algo que me deja preocupado. Cuando les pregunto ¿Cómo hacías para olvidarte de ti? ¿Cómo lo conseguías?, no saben qué responder, no tienen claro qué hacían, qué decían, cómo se perdían.

Y eso me inquieta porque, si no sabes cómo, ¿qué garantías tienes de no equivocarte en tu próxima relación?

Hay una vieja película de Pedro Almodóvar que tiene un título muy ilustrativo:

¿Qué he hecho yo para merecer esto?

La protagonista de la película se lamentaba con esta frase en forma de pregunta.
Y la pregunta tiene todo el sentido del mundo porque, si supiera qué es lo que hacía para que le pasara lo que le pasaba, podría ser libre de no repetir lo mismo en lugar de lamentar su destino.

Y eso me hace pensar en una segunda pregunta, además de ¿Cómo?, que puede ayudar en este sentido:

¿Qué hace que te olvides de tí en la relación de pareja?

¿Qué te impulsa a hacerlo?

Estas preguntas tienen respuesta. La siguiente…

Existe una parte de ti que es la que menos conoces y la que menos entiendes: tu inconsciente.
El gran almacén de la mente, el cuarto trastero donde guardas todo aquello que percibes y que no puedes procesar.

Ante todo, tienes que saber que la percepción es selectiva. No puedes quedarte con todo lo que percibes. Como si tuvieras un filtro de una cafetera, por ejemplo, solo eres consciente de una parte de lo que percibes; el resto se va al inconsciente y se almacena. Durante toda tu vida. Desde la infancia hasta el día de hoy.
Y no pasaría nada si todo eso que percibes se almacenara en el desván de tu inconsciente y ahí se quedara. Solo que no lo hace.
Cuando vives una relación de pareja, te relacionas desde tu parte consciente, la que conoces de ti misma, y desde la parte inconsciente, desde tu desván.
Y esa parte inconsciente tiene la fuerza de hacer que te comportes de forma automática, de forma precisamente… inconsciente.

¿Por qué?

Porque en tu parte inconsciente están grabados a fuego mandatos de cómo has de vivir tus relaciones de pareja. Mandatos basados en lo que aprendiste en tu infancia viendo de cerca la relación de pareja de las personas más importantes de tu vida: papá y mamá. Mandatos y reglas de lo que tienes que hacer en esta vida para que te quieran. Te los tragaste sin procesarlos, pues eras niño o niña y no tenías esa capacidad. Creciste y empezaste a relacionarte con ese «libro de instrucciones» en tu inconsciente que te hacía creer cómo han de ser las relaciones de pareja.
El nombre técnico de ese conjunto de creencias es introyectos. Es feo, pero así se recuerda mejor.
Seguro que, en tu vida y de pareja en pareja, te has ido cuestionando muchos de esos introyectos. Los que han salido a la luz, los que has visto pero muchos de ellos, los más potentes, se resisten a marchar. Y si has encadenado varias relaciones fracasadas, el miedo a la soledad les da aún más fuerza.

Te pongo un ejemplo de una persona con la que trabajé en terapia. Una mujer de mediana edad, psicóloga, se enamora de un hombre, policía para más señas. Ambos acaban en una relación tóxica de maltrato y humillación al límite de la agresión física. ¿Cómo era posible que aquella mujer inteligente, capaz, brillante, además de formada, se perdiera de tal manera? La respuesta era clara: conscientemente, intelectualmente, comprendía qué era lo sano, pero su inconsciente manejaba su vida con introyectos poderosos.

Recuerda, cuando llega la hora de la verdad, cuando quieres que te quieran como cuando eras niño o niña, entonces de tu parte inconsciente empiezan a salir todos esos introyectos, esos mandatos de la infancia de los que hablo.

Mandatos que oyes, pero no escuchas, y que te dicen algo así como:

Si te portas bien, te querré.
Si lo haces bien, serás una buena niña o un buen niño (y de mayor, una buena pareja).
Si te preocupas por el otro, no se enfadará y no habrá conflictos; todo irá bien.
No muestres tus sentimientos o no te querré.
No importa lo que tú necesites para que te quieran.
Ocúpate de todo tú, y así te valoraré.
Tienes que ser perfecta para él o no te querrá.
Si te enfadas, no te querrá nadie.

O cosas parecidas, que al final de la relación te hacen llegar a la conclusión de que “has dado demasiado” o “te olvidaste de ti.”

Estos son ejemplos de introyectos profundos grabados en el inconsciente de las personas en su etapa infantil y que marcan su manera de relacionarse, hasta que las personas valientes como tú deciden hacerlos conscientes.

¿Cómo hacerlos conscientes?

Revisa una situación dolorosa de tu relación de pareja, una de esas situaciones en las que sentiste que dabas mucho, que te olvidaste de ti, y revívela de nuevo en tu imaginación. Sé que es un ejercicio un poco duro, quizás te entristezca recordarlo, hazlo hasta donde puedas y poco a poco. Te irá bien poner atención en tu respiración de tanto en tanto. Te animo a hacer el ejercicio, te ayudará.

Observa qué pasaba, qué decías, qué hacías tú, y qué decía y hacía tu pareja. Observa lo que sentías y qué pensamientos te venían a ti. ¿Qué te decías a ti misma? ¿Cuál era tu diálogo interior? Párate aquí, respira y escucha a tu inconsciente, relájate y deja venir a tu mente el mandato oculto que te guiaba.

Escríbelo, rebátelo, niégalo, enfréntalo. Incluso anótalo en letras grandes en un papel y quémalo.

Y decide cómo vas a vivir tus relaciones de pareja a partir de ahora.

Recuerda que el camino hacia tu futura relación sana de pareja empieza por librarte de introyectos que te condicionan y ser fiel a ti misma. Y si necesitas ayuda profesional para profundizar en el trabajo con los introyectos y tu inconsciente pide una sesión informativa gratuita dejando tus datos a continuación.

Espero que este video te haya sido útil.

Saludos.

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