Si lo has dado todo en el amor y aún así te han dejado este video te da una clave para avanzar.

Si no dejas de darle vueltas a la cabeza, te cuesta concentrarte e incluso dormir…

Y crees que esto te pasa porque te olvidaste de ti, diste demasiado y no supiste valorarte…

Si quieres entenderte, voy a tratar de explicarte algo profundo que creo que te va a ayudar a comprender cómo has llegado hasta aquí. También quiero compartirte un ejercicio que te calmará en los momentos que lo necesites, y que —literalmente— está en tus manos.

Vamos a por ello…

Si piensas que te olvidaste de ti, también puedes pensar que hiciste algo mal. Y con eso aparece, como mínimo, ese malestar sordo contigo misma… algo que suena bastante a culpa. Pero lo que quizás ahora no ves es que darte y cuidar al otro es tu forma de amar.

Sí. Para ti, amar significa dar. Dar mucho. A veces, darlo todo.

Y ver que la otra persona recibe eso —incluso aunque no lo devuelva igual— ya te da una profunda satisfacción. Porque así es como aprendiste a querer. Así entiendes tú el amor.

Y entonces aparece una creencia muy profunda. Una que quizás no sabías que tenías, pero que te ha movido durante años: “El amor todo lo puede.” ¿Te suena? Es una frase que viene de lejos. De cuando éramos niñas. De ese amor ideal en el que mamá o papá estaban siempre ahí. De ese amor que sentimos que nos salvaba, que nos daba la vida.

Porque sí, el amor es eso: lo que nos permitió vivir.

Sin amor, no hay infancia segura. Y eso deja huella.

Pero claro… cuando llevamos esa forma de amar —pura, entregada, sin medida— a una relación de pareja adulta… algo no encaja.

Porque no, el amor no todo lo puede.

Puedes darlo todo, y aun así que la relación no funcione.

Puedes amar muchísimo… y aún así que te dejen. Y eso duele. Mucho.

Incluso te diría que duele de más (esto lo explicaré en otros vídeos).

Pero entonces, ¿debes cambiar tu forma de amar? ¿Has de dejar de dar?

No. No se trata de dejar de ser quien eres. Se trata de madurar esa forma de amar.

De darte cuenta de que tú también formas parte del amor.

Que amar no es olvidarte de ti. Que no tienes que dejar de dar… pero sí aprender a incluirte en lo que das.

Y para eso necesitas dos cosas: conciencia y madurez.

Conciencia para preguntarte: ¿Qué siento yo? ¿Dónde estoy yo en esta relación? ¿Qué necesito yo?

Y madurez para aceptar que, como adulta, el amor no puede con todo. Que no todo lo que necesitas te lo puede dar la otra persona.

Y que no pasa nada. No significa que no valgas.

Significa que ahora tú puedes darte eso que antes esperabas del otro.

Y ahora vamos con un ejercicio que va de eso y además te va a calmar.

Busca una silla donde puedas sentarte con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo, o si lo prefieres, túmbate boca arriba con las piernas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo.

Ahora junta las palmas de tus manos frente al pecho, en actitud de rezo, y frotalas con fuerza una contra otra durante unos segundos, hasta que sientas calor entre ellas.

Esta fricción genera una energía que puedes notar como una vibración, incluso como una especie de campo invisible entre tus manos. Separa las manos uno o dos centímetros y siente ese calor.

Después, coloca la palma de la mano izquierda sobre tu pecho, a la altura del corazón, y la derecha encima de la izquierda. Cierra los ojos y respira con suavidad. Siente cómo esa energía va entrando en tu pecho.

 Como si estuvieras acompañándote, calmandote, conectando contigo misma. 

Permanece así unos minutos. Y repite el ejercicio un par de veces más. Este gesto, simple pero profundo, puede ayudarte más de lo que imaginas. 

Porque en momentos de dolor, lo que más calma… es sentir que estás contigo.

Espero que este ejercicio y este video te ayuden.

Y si sientes que necesitas ayuda para avanzar tras la ruptura y redescubrirte, puedes pedirme una entrevista informativa gratuita de 20 minutos por videollamada. Hablaremos de tu caso concreto y de cómo puedo ayudarte.

Para reservar una entrevista gratuita :


     .O bien:

    Contacta per Whatsap

    Deja un comentario